sábado, 24 de julio de 2010

EL CIBERACOSO: ¿QUE HACER?



EL CIBERACOSO: ¿QUE HACER?

Mi gran amigo y compañero de trabajo y de charlas, Adrián Rozengardt, llego a la oficina preocupado. Siempre trabajando sobre los derechos de niños y adolescentes, había encontrado una nueva problemática: ¿Qué hacer frente al ciberacoso? ¿Cómo proteger y contener a los chicos y adolescentes que se transforman en víctimas?

El acoso puede definirse como la persecución a un individuo por otro u otros, de modo constante y más o menos evidente. Está considerado como una de las formas más estresantes de relación humana. Esta persecución tiene muchas variantes: puede tratarse de acoso de manera visible o tácita, de acoso material, de acoso sexual, o de acoso psicológico, acoso presencial o acoso virtual, etc. El acoso es, entonces, la persistente persecución y el hostigamiento ejercido sobre un individuo, por lo general, con el fin de obtener determinados resultados (http://www.definicionabc.com/social/acoso.php).

Estos resultados pueden variar: para las víctimas, consisten en exclusión de un grupo, humillaciones, daños psicológicos y frecuentemente físicos. Para los victimarios, son demostración de poder, el ejercicio de cierta jerarquía en la manada, la reafirmación de una pertenencia a un grupo o hasta de su jefatura, placeres sádicos y una larga lista más.

Conozco el problema en carne propia. A los siete años me cambiaron de escuela al Normal Nº 1 de Rosario, a mitad del año escolar. Era “la nueva”, y además, era demasiado alta, demasiado torpe y demasiado tímida. En síntesis, era la víctima ideal para lo que ahora se conoce como bullying. Intenté hablar con las victimarias: nada. Cansada de aguantar manchas de tinta en mi guardapolvito blanco, sin poder contarle mis angustias a nadie, resolví finalmente la cuestión del modo más expeditivo. Un feroz ataque a tortazos a las dos líderes del grupo, que terminaron revolcadas en el jardín de la escuela, hizo que el bullying se terminara para siempre jamás. Después de todo, yo era la más alta. Aprendí por las malas la máxima de Von Clausewitz: “La guerra es la continuación de la política por otros medios”.

No sólo los humanos acosan: también lo hacen animalitos simpáticos como primates y delfines. Pero entre las formas de acoso más conocidas y llevadas a cabo por el ser humano existe el acoso sexual, el social, el laboral y otros. Actualmente, Internet posibilita las situaciones de acoso de tipo cibernéticos, aún entre personas que no se conocen o que están separadas por largas distancias. Un caso típico en Argentina fue el de la nena Romina Perrone. Sus compañeras de escuela crearon un sitio en Facebook llamado “Tres razones para odiar a Romina”, en el que se inscribieron cientos de otras niñas que ni siquiera la conocían.

¿Qué pueden hacer los chicos frente a estas situaciones? Es mejor descartar la solución que elegí a los siete años, en nombre de la integridad física de los niños. Cuando los chicos son víctimas de situaciones de acoso, no suelen contarlo, ni a los padres, ni a los maestros, ni a otros niños. Miedo de ser “buchón”, vergüenza de ser víctimas… ¿Cuál puede ser la solución?

Facebook ha instalado un "botón de pánico" que habilita la posibilidad de denunciar un intento de abuso en línea. Esta acción significa la admisión oficial y realista sobre el hecho de que la seguridad de niños y adolescentes corre riesgos en el sitio. Además, por esta vía, se reciben igualmente informaciones sobre otros tipos de amenazas en línea: ciberacoso, virus, contenidos peligrosos, entre otros.

Es posible que los chicos que van a terapias puedan encontrar allí espacios de comprensión a su problema de victimas (o victimarios) del ciberacoso. Adrián Rozengardt y yo pensamos en la necesidad de crear además sitios virtuales de contención para víctimas: lugares virtuales (que pueden tener una contraparte presencial) donde psicólogos y expertos en niñez y adolescencia puedan recibir los relatos de los atormentados, darles contención, hacerles saber que no son los únicos, y sugerirles soluciones. El Estado, en todos sus niveles, podría contribuir a estos refugios en línea.
Tema a continuar….

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo, la idea de una web de apoyo a víctimas que debería tener también un espacio para educadores con recursos para trabajar estos sucesos, la escuela es el ámbito donde se originan/expanden estos procesos, creo que el abuso infantil desde Internet se lleva demasiada prensa y le quita el foco a estos fenómenos que son cada vez más crecientes y extendidos.

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