martes, 1 de junio de 2010

SOBRE REDES Y RATEADAS, O ESA VIEJA TECNOFOBIA



SOBRE REDES Y RATEADAS, O ESA VIEJA TECNOFOBIA
El 30 de abril de este año, alrededor de 2500 alumnos de distintas escuelas del Gran Mendoza se concentraron en la Plaza Independencia de la capital provincial convocados a través del Facebook a la "Gran Rateada Mendocina". Desde esta famosa primera rateada, se multiplicaron este tipo de convocatorias, con diversos grados de éxito.

También se han repetido, desafortunadamente, artículos y notas recordando los “peligros” de Internet y de las redes sociales. Inclusive, un periodista de Radio Concepto AM 1050, Jorge Romano, quien me estaba haciendo una entrevista en el aire, me espetó “Usted no sabe de lo que habla” cuando defendí los potenciales de las redes sociales.

Analicemos este tema:

Las rateadas, chupinas, rabonas o como se llamen en las distintas provincias, no son alarmantes ni merecen sanciones especiales, además de la falta que se contabiliza a los alumnos. Transgresión adolescente, aburrimiento, ganas de probar la fuerza e las redes sociales, son algunas de las causales, que ciertamente no son condenables en el grado en que se lo ha hecho.

Se han alzado voces iracundas clamando diferenciar entre los usos “legítimos” e ilegítimos” de las TIC y las redes sociales. Como ya lo he dicho y escrito incontables veces, Internet y las redes sociales son herramientas. Las herramientas permiten múltiples usos. A algunos estos usos les parecen legítimos, a otros no.

A nadie se le ha ocurrido hasta ahora condenar al fuego porque han ocurrido incendios, ni a la electricidad por algún que otro cortocircuito. Nadie ha protestado contra los celulares a pesar de que su uso también se brinda a funciones no gratas, como la difusión del video del abuso sexual de tres hombres adultos a una adolescente de 14 años en General Villegas. Pero cuando se trata de informática y redes sociales, se elevan gritos de horror.

Cabe recordar que la libertad no siempre produce los resultados que uno espera. No siempre tiene impactos “legítimos” (cualquiera sea el sentido de esta palabra).

También es necesario preguntarse por qué el miedo y la resistencia manifiestas a las TIC, mucho mayor del que despiertan otras tecnologías (hace mucho que no veo programas masivos contra el uso indebido de energía nuclear, por ejemplo).

Esa vieja tecnofobia, ¿se debe aun a desconocimiento del manejo de las TIC? ¿A un oscuro reconocimiento de sus potencialidades, aun semi inexploradas? ¿Es una de las infinitas manifestaciones del miedo a la libertad?

Dejo planteado el debate.

4 comentarios:

  1. Muy bueno, Susana. Acá en Uruguay se dio un fenomeno similar que no tuvo exito en la parte presencial. Creo que las reacciones no fueron "tan" tecnofóbicas pero obviamente, siempre aparecen... Excelentes preguntas las que formulas.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Ana! Te acordas del pobre "monstruo" de Frankenstein? En esa epoca, simbolizaba el temor a los avances tecno cientificos. Parece que esto es inherente a la condicion humana. O no?

    ResponderEliminar
  3. Susana, acá en capital produce pánico entre los directores de escuelas primarias, algunos cierran blogs educativos realizados por sus alumnos, o no les permiten el uso del laboratorio de informática a los docentes con sus alumnos sin el profesor por miedo a que usen internet.
    El trabajo es arduo y como dicen en el portal español KIDDIA mientras los niños sean "huerfanos digitales" de padres y maestros tendremos chicos aburridos con clases planificadas como hace 15 años atrás

    ResponderEliminar
  4. Creo que esta gente que se pone en contra de las redes sociales y de la innovación en general es comprable con los jueces inquisidores que quemaban científicos con acusaciones de brujería. Básicamente, no entienden de que se trata. Simplemente buscan subir sus indices de audiencia, ya sea mediática o simplemente social.
    Si tu en un medio de difusión dices algo controversial, te aseguras que un montón de gente te vea y si en una escuela haces lo mismo te aseguras que un montón de padres y políticos te conozcan.

    ResponderEliminar