lunes, 15 de marzo de 2010

E-inclusión: el acceso público a la Sociedad del Conocimiento en Argentina

E-inclusión: el acceso público a la Sociedad del Conocimiento en Argentina
Susana Finquelievich, Adrián Rozengardt


Resumen

En este trabajo se ofrecen algunos de los resultados de la investigación finalizada “Public Access to Information and Communication Venues”, realizada para la University of Washington, Center for Information & Society . El trabajo estudia las instituciones vinculadas al acceso a la Sociedad del Conocimiento; estas instituciones incluyen el sector privado, el Estado y las organizaciones sociales, no gubernamentales y de la comunidad. Las tres son fuentes de oportunidades de acceso a la información y el conocimiento por medio de las tecnologías de información y comunicación (TIC), aunque con métodos, recursos, intereses y resultados diversos. El trabajo de campo se ha focalizado en bibliotecas publicas y populares, cibercafés, y organizaciones de la sociedad civil.

Si bien el lugar central en la definición de las estructuras de oportunidades es el mercado, el Estado posee un rol clave cuando se generan desequilibrios o situaciones de inequidad, no solo en su función reguladora del mercado y de la sociedad y de sus vínculos, sino en cuanto a la facilitación del acceso de los habitantes del país a los canales de movilidad e integración social. Esa intervención suele estar estimulada, favorecida o muchas confrontada por las organizaciones sociales de distintos tipos y grados de representatividad.

La experiencia y las prácticas políticas de las últimas décadas permiten concluir que ni el mercado, ni las instituciones como la familia o la comunidad, ni las organizaciones sociales y empresariales pueden cumplir eficientemente su rol integrador en soledad. El articulo aporta un análisis de las acciones de estos tres sectores con respecto al acceso de los ciudadanos a la información y a las TIC, y termina con propuestas para la optimización de estos planes y programas mediante la articulación multisectorial.

Palabras clave: Argentina – Acceso publico - Información y Conocimiento - TIC

Abstract

This article reflects the results of the research “Public Access to Information and Communication Venues” de la University of Washington, Center for Information & Society on public access to information and knowledge through Information and Communication technologies (ICT) in Argentina. The research is centered around the public access to information and communication landscapes in Argentina, with specific focus on public and popular libraries, private information venues (cybercafés and parlours), and social information venues (public information venues managed by State and/or community associations), in order to analyze the information needs of underserved communities, public access to information and communication venues, and the role of ICT.

Through desk research and field research (surveys, interviews, focal groups) in Argentina, the project aims to contribute to the knowledge in the field of information and ICT for development. An in-depth study has been conducted on the information needs of diverse social groups, the contribution that information can make to their everyday lives, and the history and present conditions of Argentina’s public information venues, as well as their future perspectives.

We have studied the physical infrastructure and equipment, as well as the human resources in a variety of these venues, as well the contents and the information they provide. We have also surveyed the processes of communication and knowledge production carried on at these venues, as well as macro- contextual factors such as governmental policies, geography, ethnical and idiomatic differences, etc.

One of the main conclusions is that the Argentine society, as stated by numerous research and studies, values highly the incorporation of technology to its everyday life. An increasing number of people of all social classes -even if mainly urban- use or are interested in using ICT services to fulfil their information and communication needs. This is an extremely favourable landscape for conceiving and implementing policies and strategies to increase not only the citizens´access to information, but also the generation and dissemination of contents that satisfy their particular information needs.

Of particular interest are the comparative look at key venues (libraries, commercial venues, social venues), and the mix of depth of in-country to understand how diverse populations can and do access and use ICT to improve their lives.

Keywords:
Argentina - Public access – Information and Knowledge - ICT


1. Los desafíos de un desarrollo inclusivo para la construcción de ciudadanía

La población argentina es fuertemente permeable a las innovaciones tecnológicas en materia de información y comunicación. Según lo señalan numerosas investigaciones y estudios , los ciudadanos otorgan un gran valor a la posibilidad de utilizar las tecnologías de información y comunicación (TIC), incluyendo Internet, la telefonía celular y los diversos servicios derivados de ellos; se estima extraordinariamente la incorporación de la tecnología a la vida cotidiana, como lo testimonia el incremento del parque de computadoras, el aumento del uso de la banda ancha y fundamentalmente, la cantidad de líneas activas de telefonía celular. Un número cada vez mayor de personas de todas las edades, orígenes y condiciones sociales -con acento en las capas medias y altas - utilizan los beneficios de las TIC.

Este interés y esta posibilidad de acceso son el resultado de la confluencia de al menos dos procesos. El primero tiene que ver con el lugar que ocupa la escuela en el imaginario social, el alto nivel de alfabetización y escolarización, el desarrollo de la industria editorial y cultural, el número de creadores en arte y literatura, que ubican al país entre uno de los de más altos estándares de la región. El otro se vincula al fuerte crecimiento del sector privado de telecomunicaciones e informática, fundamentalmente a partir de la recuperación de la crisis del 2001/2002, punto de inflexión de la historia argentina reciente. Esta unión de factores ofrece condiciones para que la demanda y el interés de acceder a la información a través de las TIC encuentren, cuando se dan ciertas condiciones favorecedoras, posibilidades de respuesta y satisfacción para un gran número de personas.

El acceso de la población a las TIC favorece la participación comunitaria en temas de su interés: la difusión de mecanismos de gobierno electrónico, que supone un incremento de las relaciones entre gobernantes y gobernados y facilita la re-legitimación de la democracia, así como la creciente asociatividad entre diversos actores sociales, necesitan de un nivel de información que contribuya activamente a la formación de la esfera pública. La inclusión socio-digital, que incluye la posibilidad de los ciudadanos de acceder a las herramientas TIC desde diversos puntos de acceso, se vuelve fundamental en esta etapa de desarrollo democrático.
En este trabajo se ofrecen algunos de los resultados del análisis sobre el acceso público a la información y las TIC en Argentina, realizado en el marco de la investigación “Public Access to Information and Communication Venues” de la University of Washington, Center for Information & Society .

El panorama actual muestra a las instituciones vinculadas al mundo del acceso a la información y las TIC: el mercado, el Estado y las organizaciones sociales, no gubernamentales y de la comunidad. Las tres son fuentes de oportunidades de acceso al desarrollo y al bienestar. Y si bien el lugar central en la definición de las estructuras de oportunidades es el mercado, el Estado es el que coordina, interviene - o deja de intervenir - cuando se generan desequilibrios o situaciones de inequidad, su intervención suele estar estimulada, favorecida o muchas veces confrontada por las organizaciones sociales de distinto grado y representatividad.

El Estado tiene un rol fundamental, no solo en su función reguladora del mercado y de la sociedad y de sus vínculos, sino también en cuanto a la facilitación del acceso a los canales de movilidad e integración social. La experiencia y las prácticas políticas de las últimas décadas permiten concluir que ni el mercado, ni las instituciones como la familia o la comunidad, ni las organizaciones sociales y empresariales pueden cumplir eficientemente en soledad su rol integrador.

Como en muchos otros ámbitos de las políticas públicas, existe una delgada línea que separa la actividad estatal de las entidades de la sociedad civil y de las empresas. Los actores pueden moverse de un escenario o esfera a otro (o incluso habitar más de uno simultáneamente), según la naturaleza/función de la acción que estén realizando. En muchos casos esa línea no existe y los roles y funciones se entremezclan y entrecruzan.

Un ejemplo: en Agosto de 2008, un conjunto de cámaras empresarias del sector de informática y telecomunicaciones, CABASE, CESSI y CICOMRA, y la Red de Organizaciones Digitales no gubernamentales RODAR, presentaron su propuesta denominada “Bases y Lineamientos para una Agenda Digital Argentina” con el objetivo de contribuir con acciones, propuestas y reflexiones a la construcción de una Sociedad de la Información o Sociedad del Conocimiento en Argentina. Este documento tiende a promover el desarrollo nacional y local, la innovación social apoyada por las TIC, y el acceso físico y cultural a las tecnologías del conocimiento.

Estos son los “actores” que intervienen sobre las posibilidades de acceso a la información. Pero dentro de esa descripción tan amplia podemos encontrar a los “protagonistas”, los que están involucrados en aquellas acciones u actividades que tienen que ver con el acceso público a la información.
1.1. El Estado y el acceso a la información y la comunicación

Argentina tuvo, a fines de los 90, un fuerte impulso en cuanto a iniciativas vinculadas a la implantación de centros tecnológicos en instituciones y organismos comunitarios, con el objetivo de facilitar el acceso a la informática a sectores de bajos recursos. La más importante y paradigmática de estas iniciativas fueron los Centros Tecnológicos Comunitarios (CTC), implementados por la Secretaria Nacional de Comunicaciones (SECOM), que vivieron los avatares de la crisis y las contradicciones de las políticas de acceso. Actualmente diversos organismos, de manera no coordinada entre ellos, desarrollan programas específicos de acceso: el Programa Nacional para la Sociedad de la Información, Secretaria Nacional de Comunicaciones (PSI) del Ministerio de Infraestructura y Planificación Federal , el Programa MI PC, del Ministerio de Economía, los Centros de Integración Comunitaria del Ministerio de Desarrollo Social y el Consejo Federal de Inversiones.

Algunos gobiernos provinciales, como los de San Luís, San Juan, Buenos Aires, entre otros, y locales, como Rosario, Rivadavia (Mendoza) o Rafaela (Santa Fe) impulsan políticas activas de acceso público a la información con diversos grados de extensión, intensidad y éxito, y diferentes estrategias.
1.2. El mercado como impulsor del desarrollo TI

Fortalecida por el crecimiento sostenido de la economía que se observa desde el 2003, las inversiones de grupos extranjeros, el mayor nivel de consumo y la demanda tecnológica y de acceso a la información, la industria de las telecomunicaciones y la informática ha multiplicado su nivel de producción y de facturación.

Ya a fines de 2007 la telefonía fija contaba con un parque de 8,8 millones de líneas en servicio, lo que significa una penetración del 23 % en la población; la telefonía móvil superó las 40 millones de líneas; las conexiones de banda ancha alcanzaron los 2,5 millones; y las conexiones dial-up servían a cerca de un millón de usuarios. En el periodo comprendido entre el año 2000 y el 2007, los usuarios de Internet han aumentado de 2.400.000 a 18.000.000. El promedio anual de crecimiento fue superior al 30%, con más de siete millones de computadoras y una penetración en hogares en el orden del 35%. La gran variedad de ofertas de banda ancha para individuos y empresas no deja de incrementarse en la actualidad.

En un estudio de Prince & Cooke, se menciona que el 34% de los argentinos utilizan al menos parcialmente las herramientas de la sociedad de la información. El 24% de ellos lo hacen desde lugares de acceso público . El perfil de los usuarios de Internet ha cambiado en los últimos años. Ya no está anclado en los niveles de elite, con estudios universitarios, con conocimientos de informática, ingresos elevados y en su mayoría de sexo masculino, como en las primeras épocas.
Los cambios más visibles son, entre otros, la mayor penetración en niveles medios y bajos -que comenzaron a utilizar Internet después de 2001-, y la ampliación del nivel educativo, que incluye a muchos de los que no han terminado la primaria y la secundaria. El equilibrio entre los géneros es cercano al 50%, y las edades de ingreso se han ampliado por debajo de los 18 años y se han extendido a los adultos mayores. La media de edad, que se mantiene desde 2003, es de unos 29 años. Se ha producido también la entrada de usuarios con bajos conocimientos tecnológicos, debido al uso de los cibercafés, locutorios, bibliotecas públicas, y otros formatos de acceso público a la información. En la última década la rápida difusión de los cibercafés, locutorios y cabinas de cooperativas han sido uno de los aspectos destacados que explican el fuerte incremento del acceso público a la información

Otro factor decisivo es el crecimiento de los servicios de banda ancha, que pasó de tener 125.000 clientes en 2002 a 1.590.000 abonados, incluidos hogares y empresas a fines de 2006. El papel de la banda ancha es relevante; En el año 2008 se contaban más de 2 millones de suscripciones (3 años atrás, sólo había 475.000).

Este impulso se vio acompañado de una mayor venta de PCs, cuyo parque pasó de 3,8 millones en 2002 a 7 millones en a fines de 2007. A principios de 2008, el 11% de los hogares argentinos tenía al menos dos computadoras personales, con un crecimiento del 20% en diciembre de 2008, según la empresa Microsoft en Argentina . Esta empresa espera un crecimiento Sin embargo, se observa la necesidad de grandes inversiones y recursos humanos especializados para sostener el 20% de crecimiento anual. De acuerdo con un estudio de Prince & Cooke (2007), hay actualmente 160,000 personas en las empresas TIC. Pero si se suman las personas que trabajan para otros sectores, tanto públicos como privados, que usan las herramientas TIC, su número llega a 310.000 (casi el 2% de la PEA). Para el año 2009, en el sector se prevé la necesidad de contar con alrededor de 370,000 personas.

Los locutorios, ciber y las cabinas de las cooperativas se han transformado en un destacado canalizador de las necesidades de acceder a la información y las TIC por parte de la población. Un conjunto de cerca 18.500 locales conforman este segmento del mercado, con valores accesibles a todos los sectores sociales y ubicados en las ciudades reflejan unidades económicas pequeñas, inestables y de una gran movilidad.


1.3. Organizaciones sociales y comunitarias

La relación entre las organizaciones no gubernamentales (ONG) y el acceso a la información y las TIC conforma un mapa complejo. Las ONGs suelen asumir importantes funciones en todos los programas e iniciativas del gobierno nacional o provincial, vinculados a la sociedad de la información. En el caso de los CTC, y en el programa “Mi PC” del Ministerio Nacional de Economía, los servicios se ofrecen a partir de la capacidad instalada y las fortalezas de organizaciones de la sociedad civil (OSC).

Las bibliotecas populares son un universo particular dentro de las organizaciones sociales y comunitarias. Originadas en el siglo XIX, fueron creadas por la llamada Generación del 37, desde donde se dio origen al Sistema Educativo Nacional. Este sistema se quería universal, gratuito, inclusivo y capaz de integrar social y culturalmente a la masa de inmigrantes (en un 80% de origen europeo) que llegaban a poblar el país.

El procedimiento incluyó casas cuna, asilos, escuelas de artes y oficios, escuelas normales y Bibliotecas Populares. Se creo la Comisión Protectora de Bibliotecas Populares (CONABIP), hoy dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación, que ofrece un importante apoyo a las Bibliotecas Populares de todo el país. Estas son organizaciones civiles, no gubernamentales, extendidas en todo el territorio nacional, con un alto nivel de arraigo comunitario y un fuerte perfil de defensa del derecho a la educación. Mas del 50% de ellas tienen servicios de acceso público a la información a través de las TIC.

2. El acceso publico a la información y la comunicación a través de las TIC en Argentina

2.1. La investigación

La oportunidad de detener la mirada sobre los puntos de acceso públicos a la información y la comunicación en Argentina ha sido un gran desafío. Se ha puesto especial atención en todas las modalidades de acceso público, las bibliotecas públicas y populares, los accesos con fines comerciales (como los cibercafés, locutorios y cabinas de cooperativas telefónicas) y los accesos con fines sociales (iniciativas del Estado, las ONGs y organizaciones comunitarias y sociales).

A través de investigación documental y de campo (encuestas, entrevistas, grupos focales) y de su procesamiento y sistematización, se han determinado los actores involucrados y la influencia que han tenido y tienen en la actualidad en su desarrollo, se ha estudiado la distribución geográfica, el tipo de instituciones y entidades que ofrecen los servicios, la infraestructura física y equipamiento y los recursos humanos. También se ha avanzado en el análisis de los procesos de comunicación y la producción de conocimiento, los contenidos generados y la información proporcionada, así como los grandes factores contextuales, tales como las políticas gubernamentales, la geografía, los componentes étnicos, las cuestiones idiomáticas y culturales, entre otros.
A partir de la identificación de las desigualdades e inequidades, se han podido establecer los impactos que estas tienen sobre el acceso a la información. Esto ha permitido desarrollar mapear la relación entre estas inequidades y el acceso público a la información.
2.2. Los universos y las constelaciones

Hemos identificado los siguientes tipos de acceso a la información:
1) Bibliotecas: bibliotecas populares y bibliotecas públicas.
2) Lugares de acceso público con objetivos comerciales: cibercafés, locutorios privados y cabinas de las Cooperativas telefónicas;
3) Lugares de acceso del público con objetivos sociales: centros de accesos gubernamentales y no-gubernamentales y mixtos.
2.2.1. Las bibliotecas públicas y las bibliotecas populares
Las bibliotecas públicas y las populares nacen como lugares específicamente concebidos para facilitar el acceso de los ciudadanos a la educación y la información a fines del siglo XIX, en momentos en que se definía el modelo de Estado Nacional. Desde su creación, las bibliotecas se convirtieron en importantes espacios de participación ciudadana. Su expansión ha sido paralela al crecimiento de las grandes ciudades.

En Argentina se contabilizan 4.688 bibliotecas registradas. En este universo se hallan las Bibliotecas Públicas (creadas por una entidad gubernamental o institución pública), y las Bibliotecas Populares (asociaciones civiles autónomas, creadas a través de la visión solidaria o de vecinos de un barrio). También existen bibliotecas que no son públicas, ya que ofrecen su capital cultural a un determinado perfil de usuarios, como las universitarias y las especializadas, que pueden ser de origen privado o público, gratuitas o pagas; en estos casos no se consideran públicas y no han sido consideradas para la investigación.


Las Bibliotecas “Populares" y "Públicas" conforman un conjunto de 2186 establecimientos, el 42% del número total de bibliotecas en el país. De estas 1955 son las denominadas Populares y 231 las Públicas. Las bibliotecas populares se hallan en todo el país, en una distribución equilibrada que cubre las zonas rurales (12%) y urbanas (88%) casi en la misma proporción que la población (8% y 92% respectivamente). También se las encuentra repartidas entre las zonas céntricas y las periferias de las ciudades.

Las 231 las bibliotecas públicas se encuentran en un 100% en las zonas urbanas. Son valoradas y aceptadas en sus comunidades como espacios de defensa del derecho al acceso a la información, la cultura y la educación.


Las bibliotecas cuentan en su mayoría con sedes propias y adecuada infraestructura física, aunque algunas tienen mejores edificios y equipamientos que otras. Prácticamente el 100% de las bibliotecas disponen de computadoras, pero de ellas, sólo el 60% tienen acceso a Internet. Proveen acceso a la información de forma gratuita, sin ningún tipo de limitaciones. Algunas proporcionan facilidades especiales para personas con discapacidades y otras ofrecen servicios en los idiomas de los pueblos originarios.
2.2.2. Los accesos públicos con fines comerciales

En los accesos públicos con fines comerciales se incluyen todos los lugares privados que ofrecen servicios de acceso público a equipamiento informático y a conectividad: cibercafés, locutorios y cabinas de las cooperativas telefónicas. Este tipo de emprendimientos son en general emprendimientos de baja inversión, microempresas familiares, y en otros casos franquicias de las empresas telefónicas.

En los cibercafés se concentra la gran mayoría de los usuarios de Internet. En el año 2006, un 34,3% de los usuarios de Internet utilizaban los cibercafés como su principal lugar de conexión. Hay 18.500 cibercafés en todo el país, de los cuales el 50 o 60% se encuentra en Buenos Aires y su área metropolitana (AMBA). En la actualidad, desde estos lugares acceden a la web 5,5 millones de personas.

Desde el punto de vista de costo (aproximadamente US $ 0.50/hora), los cibercafés son accesibles para todos los grupos sociales. Los usuarios gastan una media semanal de 5,26 dólares estadounidenses en conectividad. Para los más jóvenes, estos lugares se han constituido en un territorio de intercambio y socialización, tanto físicamente como virtual.

Se pueden llegar a contabilizar en estos espacios de conexión cerca de 200,000 computadoras. Además de los servicios digitales suelen brindar otro tipo de servicios, como el telefónico, de impresión, de bebidas y alimentos, etc. ya que el equilibrio financiero del negocio es difícil de mantener solo con los servicios de acceso a Internet.

La presencia de cibercafés y locutorios en todos los rincones de las ciudades, fundamentalmente en las más grandes, y en zonas semi rurales, hace de este espacio un canal muy apropiado para el acceso físico, ya que cuentan con conexión de banda ancha, tecnología adecuada y bajos costos.
2.2.3. Los accesos públicos con fines sociales

Los accesos con fines sociales se han incrementado en esta última etapa, luego de una notable disminución durante la crisis del 2001 y sus años posteriores. También se han actualizado sus formas de convocar a la comunidad y las distintas opciones que ofrecen las TIC. Sin embargo, la mayoría de las experiencias de este tipo no están coordinadas entre sí, y no utilizan el potencial más importante de la Sociedad de la Información: las redes sociales. La falta de puntos comunes entre los diversos modelos institucionales de acceso, así como la falta de coordinación y de funcionamiento en redes, da lugar a una peligrosa pérdida de capital social.
Las iniciativas que se encuadran en esta categoría son aquellas que centran su foco de acción en el desarrollo social y humano, en el empoderamiento de grupos comunitarios, en el desarrollo del capital social y de lucha contra la pobreza. Este conjunto de organizaciones es particularmente heterogéneo en cuanto a su origen, los objetivos, las prácticas, las condiciones de trabajo, población destinataria, fuentes de financiamiento, desarrollo institucional, etc. Por lo tanto, cualquier tentativa de subclasificar estos lugares de acceso a la información implica un riesgo metodológico.


Al menos cuatro organismo gubernamentales desarrollan iniciativas relativas al acceso publico a la información y a la conectividad: el Programa Sociedad de la Información de la Secretaría Nacional de Comunicaciones, que impulsa el proyecto de los CTC; el Ministerio de Economía, que implementa el Plan MiPC; el Ministerio de Desarrollo Social, desde los Centros Integradores Comunitarios; y el Consejo Federal de Inversiones, con sus Centros de Acceso localizados en las capitales provinciales.

Los gobiernos provinciales de San Luis, Salta y San Juan, así como los municipales de las ciudades de Rosario, Rafaela, entre otras, proveen también distintas formas de conectividad a sus habitantes, o están comprometidas en planes dirigidos a este objetivo. Entre todos ellos se han creado más de 300 puntos de acceso. Sin embargo, hasta el día de hoy no existe coordinación entre estos programas. La mayoría de las iniciativas gubernamentales relativas al acceso a la información con fines sociales carecen de continuidad cuando se producen cambios en las administraciones.

El número de organizaciones comunitarias y organizaciones no gubernamentales que han desarrollado iniciativas locales en materia de acceso a la información con independencia del Estado, es escaso. Se han identificado solo 189 puntos de acceso totalmente sostenidos por ONGs sin articulación alguna con el estado nacional, provincial o municipal. El 84,5% de estos puntos se distribuyen en las zonas urbanas y el 15,5% en las zonas rurales. En las ciudades, la mayoría de puntos de acceso a la información están ubicados en los barrios de bajos ingresos. Casi el 50% de estos puntos se distribuyen en la mayoría de las regiones más vulnerables del país, en las regiones Nordeste y Noroeste.

2.2.4 Visión comparada
La posibilidad de agrupar todas estas formas de acceso a la información permite observar los aspectos comunes y los diferenciadores, así como de las fortalezas y debilidades de este sistema institucional extendido por todo el territorio nacional.
El principal valor de este conjunto diverso es la enorme cobertura que ofrece y la potencialidad para generar la apropiación social de las TIC, así como su uso con sentido. Estos objetivos aparecen claramente expresados cuando se trata de los accesos que ofrecen las bibliotecas públicas y populares y las iniciativas gubernamentales y no gubernamentales. Este tipo de iniciativas fomentan también, la generación de contenidos locales, en relación con las necesidades cotidianas de los ciudadanos y las comunidades, y alientan la apropiación social de las TIC. Este tipo de preocupaciones no son tenidas en cuenta por los responsables de los accesos con fines comerciales. Pero, por otro lado, la extensión, penetración y parque tecnológico de estos últimos, son una fortaleza de la que carecen las iniciativas sociales.



Otra de las debilidades detectadas en el caso de las bibliotecas y los accesos con fines sociales es que en general, son organizaciones con estructuras institucionales débiles, con fondos limitados y recursos humanos escasos en relación con el número de usuarios que utilizan o podrían utilizar sus servicios. La mayoría del personal es voluntarios y con baja formación tecnológica y de gestión.
La comparación del equipamiento entre los accesos con fines sociales y los de fines comerciales parece representar la imagen en positivo y en negativo de una misma fotografía, donde de un lado quedan rápidamente vetustos y fuera de uso, en el otro lado descuellan y son actualizados permanentemente.

El principal valor de los accesos con fines comerciales es la capacidad de generar la apropiación social de las TIC, así como el uso eficaz, a muy bajos costos. Dado que los cibercafés y locutorios son económicamente autosustentables, no dependen de subsidios del Estado. Sin embargo, estas iniciativas no favorecen la generación de contenidos locales. Aun cuando en general son físicamente accesibles, los cibercafés y locutorios no siguen ningún criterio socialmente compensatorio en lo que se refiere a su localización geográfica.
2.2.5. Las articulaciones existentes, las posibles y las necesarias

Una de las debilidades que se observan en este campo, el del acceso público a la información, es su falta de articulación, no solo entre los distintos subsistemas, sino hacia adentro de los mismos. Sin embargo hay algunos antecedentes y experiencias que permiten generar expectativas respecto a las posibilidades de alcanzar nuevos niveles de integración entre los distintos universos.

Uno de estos antecedentes lo conforma la intensa interacción que se observa entre las bibliotecas, donde se conforman redes en las que se comparte información y experiencias. Dentro de estas experiencias se encuentran ”UNIRED”, de 1989, y “RECIARIA”, que es una red de 27 redes de información que cubren una amplia espectro de disciplinas. Las Bibliotecas Populares se conforman en red en relación y en vinculación con la Comisión Nacional para la Protección de Bibliotecas, CONABIP, organismo nacional dependiente de la Secretaría de Cultura.

Los Centros Tecnológicos Comunitarios, los Centros de Acceso del CFI, los centros de aprendizaje del programa MiPC y los Centros Integradores Comunitarios del Ministerio de Desarrollo Social, y los accesos que ofrecen distintas organizaciones sociales, comunitarias y no gubernamentales, estimulan el trabajo en red, pero lo ejercen poco o con muchas dificultades. El PSI ha organizado una Intranet que conecta los centros tecnológicos comunitarios (CTC) http://intranet.ctc.gov.ar/ , pero se desconoce su impacto y el valor agregado que ofrece a las iniciativas del programa. Somos @ telecentros, Nodo Tau, CDI, Equidad, y otras organizaciones identificadas han desarrollado iniciativas de articulación, redes y foros de colaboración.

Los lugares de acceso con fines comerciales no funcionan en red. Ni siquiera se encuentran agremiados, ni cuentan con una entidad de segundo o tercer grado que las represente como sector para negociar en mejores condiciones con las empresas telefónicas o con las reguladoras del estado. Esto dificulta considerablemente la posibilidad de generar algún tipo de política dirigida al sector en relación a fortalecer sus capacidades de proveedores de acceso a la sociedad de la información.

Hay pocas experiencias de trabajos colaborativos entre el mundo privado y el de los fines sociales. Solo en Mendoza y en San Luís, se han planteado iniciativas coordinadas entre programas gubernamentales de e-inclusión y cibercafés.

Con frecuencia las ONGs tienen que aportar sus propios locales y comprar la tecnología, aunque en sus respectivas comunidades ya existan cibercafés o locutorios con los que podrían suscitar acuerdos para aprovechar una infraestructura lista para usar. Este panorama sugiere posibles oportunidades de colaboración entre, el Estado a todos sus niveles y los centros privados de acceso publico, para la utilización de la infraestructura existente, subvencionando con sistemas de tarjetas el acceso de usuario de Internet. Esto ahorraría al Estado de la construcción y equipamiento de nuevos y costosos infocentros o centros tecnológicos comunitarios, cuyas actividades no difieren mucho de las de los puntos de acceso con fines comerciales. El Estado puede además proveer a estos establecimientos contenidos sobre gobierno electrónico, participación ciudadana y e-democracia.

Por otro lado se puede impulsar la cooperación entre Universidades y puntos de acceso públicos, tanto con fines comerciales como sociales, ya que las universidades pueden ofrecer su producción de contenidos locales para accesos públicos, así como capacitar a los usuarios para crear y subir sus propios contenidos

3. Lo que vendrá

¿Cómo imaginar los próximos años en materia de acceso a la información?

El gobierno nacional ha presentado una Agenda Digital Nacional en 2009, como producto de un proyecto coordinado por la Oficina Nacional de Tecnología Informática (ONTI) que recoge, además de las líneas estratégicas del ejecutivo, opiniones y propuestas de las empresas del sector de informática y telecomunicaciones, universidades y organizaciones no gubernamentales.

Es posible que una Agenda Digital Nacional sirva de punto de partida para la definición de estrategias y acciones tendientes a incrementar la inclusión socio digital. La actual tendencia a implementar iniciativas y medidas parciales y no coordinadas sobre el uso de TIC y el acceso público a la información debería ser gradualmente sustituida por la articulación y la homogeneización de planes y servicios.

Es probable que se produzca una mayor flexibilización de las normas que regulan las actividades de los diversos tipos de acceso a la información. Al mismo tiempo que es esperable que se desarrollen acuerdos entre los gobiernos provinciales y locales y dichos puntos de acceso.
En cuanto a nuevas infraestructuras y la mejora de la infraestructura existente, se extenderá el Wi-Fi para uso público en zonas urbanas e interurbanas. Este tipo de conectividad ya se está instalando en varias provincias (Buenos Aires, Santa Fe, San Luis, San Juan), y la tendencia se extiende a otras provincias. Al mismo tiempo, es previsible una ampliación de la demanda de banda ancha a todo el país, una medida alentada por los usuarios y los proveedores.
El Plan Estratégico Territorial, del gobierno nacional, considera a la infraestructura de las telecomunicaciones como un factor clave en la integración territorial nacional e incorpora su desarrollo en el marco del Proyecto del Bicentenario, lanzado por la Presidenta de la Nación.
La Web 2.0 posibilita la participación pública y las interacciones más activas con otros ciudadanos y con los gobernantes, por lo que se prevén cambios importantes en las formas de e-administración y e-gobierno.
El aumento de la participación ciudadana y la necesidad de alentar la generación de contenidos locales seguirán siendo cuestiones clave. Es importante que las comunidades, ya sean geográficas o virtuales puedan producir y cargar contenidos propios.
Los factores de éxito de los diversos tipos de acceso dependen de sus especificidades. En las bibliotecas públicas y populares, su fortaleza se asienta en la integración en las comunidades, la gratuidad y la accesibilidad de sus servicios, las variadas actividades que ofrecen, el apoyo que reciben del Estado, y la información y las redes de intercambio que han establecido.
El éxito de los puntos de acceso con fines comerciales se basa en su bajo costo, su popularidad, su capacidad para autosustentarse económicamente, su extensa presencia en ciudades y pueblos, y la actualización relativamente frecuente de los equipos informáticos y el software.
Los logros de los puntos de acceso con fines sociales están vinculados a su fuerte percepción de las demandas sociales. Para incrementar esta ventaja, estos puntos de acceso deberían centrarse en primer lugar en identificar las demandas de la población y, en segundo lugar, en proveer información sobre los medios para satisfacerlas.
3.2. Algunas ideas surgidas de la investigación

1. Cualquier política o estrategia que considere el acceso a la información debe tener en cuenta que los objetivos más importantes son disminuir las desigualdades entre los géneros, grupos socio-económicos, y territorios, y garantizar el derecho a la información. Es importante fortalecer y consolidar iniciativas, proyectos, estrategias y políticas, procedentes de los diversos sectores, orientados a la disminución de las inequidades, reforzar la capacidad de los pueblos, y la participación en las políticas de desarrollo encaminadas a la construcción de una Sociedad de la Información equitativa y democrática
2. Es necesario planificar estrategias para alentar y educar a los usuarios, para efectuar una real apropiación de las TIC, por medio de la creación y mantenimiento de redes en torno a las cuestiones que les interesan, así como la generación y difusión de sus propios contenidos. Es necesario fomentar y aprovechar el uso de las aplicaciones de la web2.0.
3. Los gobiernos a todos los niveles deberían publicar información en Internet para dar a sus ciudadanos mayor acceso a datos públicos y para promover la transparencia. Los puntos de acceso público a la información pueden convertirse en lugares privilegiados para formar a los ciudadanos en los procesos de E-Gobierno y E-democracia
4. Los sectores público, privado y asociativo, deben establecer sólidas alianzas entre ellos para optimizar los recursos humanos, tecnológicos, físicos, y financieros asignados a los puntos de acceso público a la información.
5. Es relevante incluir en la Agenda Digital Nacional la necesidad de fortalecer espacios de información pública, a través de regulaciones positivas, una equilibrada distribución territorial, y la asignación de nuevos recursos. La legislación, en los planos nacional, provincial y local, debe establecer las normas y reglamentos sobre los escenarios', equipo, software, etc.,
6. Sería conveniente ampliar el concepto de acceso a la información para el uso de teléfonos celulares, ya que son los equipos de TIC más populares en uso entre la población argentina. Una gran cantidad de servicios públicos, información relativa a las necesidades cotidianas, avisos de seguridad, etc., pueden transmitirse a través de teléfonos celulares a bajo costo.

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